Palpar- oler - catar |
Nuestros cinco sentidos son los receptores mediante los que el entorno actúa sobre nosotros. La suma de todas estas actuaciones se conoce como lo existente. En consecuencia, sólo lo que actúa sobre nosotros puede representar lo existente.
Lo existente es el concepto general de un sinfín de realidades. Un perro, por ejemplo, comparte su existencia con el ser humano pero vive en una realidad completamente diferente; cuando paseamos con un perro por el parque la percepción común del entorno es muy diferente. El perro huele olores muy diferentes y también escucha muchos más ruidos que nosotros.
Nuestros cinco sentidos están desarrollados de forma que sólo pueden captar un porcentaje pequeño de la realidad. Por ejemplo, nuestro ojo sólo ve un 1% de todo el espectro electromagnético existente. Por tanto, quienes valoren el mundo únicamente por lo que pueden palpar, oler, catar, escuchar o ver, se equivocan casi irremediablemente.
Si a esto se le suman todos los fenómenos que se producen fuera de nuestros cinco sentidos está claro lo que alguien que sólo cree en lo que puede ver o tocar puede decir de sí mismo.
